Condicionantes del diseño universal.

El concepto de “diseño universal” se sustenta en una filosofía que tiene en cuenta las diversas características y necesidades de los seres humanos, que funcionan de forma diversa y se comunican, también, de muy variadas formas y con distintos lenguajes. Hacer un producto, equipo o servicio ciudadano accesible y utilizable por todas las personas es, debe ser un compromiso de cualquier sociedad que se considere justa con todos sus ciudadanos, una obligación del Estado para con sus integrantes, a partir de las distintas capacidades observadas, una respuesta coherente y eficiente a todas y cada una de las necesidades de todos los modos del funcionamiento humano y una apuesta firme y sostenible en el tiempo por un “diseño para todos” que nos permita sentirnos orgullosos de pertenecer a nuestra comunidad.

 El diseño universal es uno de los pilares en los que se sustenta el principio de la igualdad de oportunidades, es decir, la ausencia de toda discriminación, directa o indirecta, por motivo de o sobre la base de discapacidad, incluida cualquier distinción, exclusión o restricción que tenga el propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce o ejercicio en igualdad de condiciones por las personas con discapacidad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en los ámbitos político, económico, social, cultural, civil o de otro tipo, una forma de ser y hacer que se sustenta en la adopción de medidas de acción positiva orientadas a evitar o compensar las desventajas de una persona con discapacidad para participar de forma plena en la vida política, económica, cultural y social, una dimensión humana que se complementa con los otros principios básicos de vida independiente, normalización, accesibilidad universal, diseño para todos, diálogo civil y transversalidad de las políticas en materia de discapacidad.
LOS SIETE PRINCIPIOS DEL DISEÑO UNIVERSAL:
1.- Igualdad de uso: el diseño debe ser fácil de usar y adecuado para todas las personas independientemente de sus capacidades y habilidades.
 2.- Flexibilidad: el diseño debe poder adecuarse a un amplio rango de preferencias y habilidades individuales. 
3.- Simple e intuitivo: el diseño debe ser fácil de entender independientemente de la experiencia, los conocimientos, las habilidades o el nivel de concentración del usuario.
 4.- Información fácil de percibir: el diseño debe ser capaz de intercambiar información con usuario, independientemente de las condiciones ambientales o las capacidades sensoriales del mismo.
 5.- Tolerante a errores: el diseño debe minimizar las acciones accidentales o fortuitas que puedan tener consecuencias fatales o no deseadas. 
6.- Escaso esfuerzo físico: el diseño debe poder ser usado eficazmente y con el mínimo esfuerzo posible. 
7.- Dimensiones apropiadas: los tamaños y espacios deben ser apropiados para el alcance, manipulación y uso por parte del usuario, independientemente de su tamaño, posición, y movilidad.

En los productos audiovisuales los principales obstáculos que se presentan pueden ser aquellos relacionados con la percepción que puedan tener las personas con problemas auditivos o visuales a los productos, que se vienen compensando con la audiodescripción y la subtitulación. La audiodescripción es la descripción para ciegos de la trama o contenido de un material audiovisual.

Con la audiodescripción se consigue que el espectador ciego o con discapacidad visual pueda conocer el ambiente y contexto del audiovisual que está siguiendo, sin tener que preguntar a otras personas o acompañantes.
Captará el lenguaje no verbal de los actores, movimientos que se desarrollen en la película y no tengan sonido explícito 
También son muy conocidas las guías en audiodescripción de museos y exposiciones de arte
Las primeras audiodescripciones datan de los años 70.
 El subtitulado para personas sordas o con discapacidad auditiva saca en subtítulos a pie de imagen los diálogos del audiovisual que se está visionando.
A veces se incluyen incluso pequeños apuntes de risas o forma en que se desarrolla el diálogo
En España los primeros subtítulos aparecieron en 1990.
Actualmente el CESyA se encarga también del seguimiento de la accesibilidad en la TDT, elaborando informes para la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Uno de sus proyectos es el Sello CESyA, es un sello de calidad en subtitulado y audiodescripción en distintos ámbitos audiovisuales que garantiza a los usuarios con discapacidad sensorial su derecho de acceso al ocio, la cultura y la información tanto en el cine, como en el teatro, la televisión, los contenidos audiovisuales en los museos y exposiciones, en la web y en la generación de DVD accesibles. El Sello CESyA se divide en dos tipos: “Subtitulado” y “Audiodescripción”, y éstos a su vez en dos niveles, A y A+, dando lugar a cuatro marcas de garantía independientes bajo la denominación Sello CESyA:
- Los sellos con nivel A son aquellos que cumplen los requisitos básicos de subtitulado y audiodescripción recogidos en la normativa UNE.
- Los sellos con nivel A+ son aquellos que además de cumplir los requisitos básicos, cumplen requisitos más avanzados.



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